miercuri, ianuarie 02, 2013

Antologie (II)

În 2011 am avut o postare numind 3 poezii drept preferate. Azi urmează o a doua parte de poezii memorabile:

Peiyu Gong: Fairy Tale (1982)

You believed in your own story,
then climbed inside it --
a turquoise flower.
You gazed past ailing trees,
past crumbling walls and rusty railings.
Your least gesture beckoned a constellation
of wild vetch, grasshoppers, and stars
to sweep you into immaculate distances.

The heart may be tiny
but the world's enormous.

And the people in turn believe --
in pine trees after rain,
ten thousand tiny suns, a mulberry branch
bent over water like a fishing-rod,
a cloud tangled in the tail of a kite.
Shaking off dust, in silver voices
ten thousand memories sing from your dream.

The world may be tiny
but the heart's enormous.


Áprily Lajos: A növekedő fényhez (1966)

Ó, gyozni fogsz! Fagy árthat, űzhet, ölhet:
te fény vagy, és a fénynek győzni kell.
Naponta érzem pezsdülő erődet,
varázsától tágul a téli mell.

Menekülnek a vert had lobogói,
fagy-bújtató jégvárak rengenek.
Bokrok facsúcsra rebbenő rigói
szilaj győzelmi karral zengenek.

Nőj és ragyogj. Pihenve vár a völgyem,
pazarló kedvvel szórd a súgarat,
s én is várlak, hogy jöttöd üdvözöljem:
tündér tavaszt hozz és arany nyarat.

Mert egy napon új köd borul a tájra,
időnk sötét napok felé siet,
s a forrásnál megöl az ősz homálya,
mint Hágen orvul szőke Siegfriedet


Pablo Neruda: Poema XX (1924)

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
¡Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos!
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
¡Qué importa que mi amor no pudiera guardarla!
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Yo no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise..
Mi voz buscaba al viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.